Sublimación es el proceso mediante el cual se pasa del un estado sólido al gaseoso sin pasar por el estado líquido.
Nuestra tinta se encuentra seca en el papel, entonces la sometemos a una temperatura superior a los 180°C. y esto convierte la tinta en gas.
En este momento, el polímero que recubre el material, se expande y permite el ingreso de la tinta a través de él ubicándose en el fondo del material.
Al enfriarse el polímero la tinta vuelve al estado solido, de esta manera, la tinta queda encerrada, solidificada dentro del poliéster, brindándole la resistencia a la intemperie y al lavado.
En el caso de textil se tiene que usar telas con un alto contenido de poliéster, superior al 60%, para obtener el mejor resultado.
La tinta usada es especial para sublimar, está formulada para que pueda soportar el calor, la presión y ser compatible con la mayoría de los recubrimientos de poliéster, telas y polímeros usados.
El papel que también es especial y esta formulado para conservar la mayor cantidad de tinta en la superficie y absorber una mínima cantidad, su trabajo realmente es el de soportar la tinta para que se transfiera al material.
Es necesario también una máquina proporcionar calor y presión.
El proceso se compone de dos sencillos pasos:
Imprime tu diseño/fotografía con tintas y papel especial para sublimación.
Transfiere el diseño a un articulo sublimable mediante la aplicación de calor.
Esta técnica ofrece muchas ventajas:
Es un método de personalización que permite imprimir sobre casi cualquier soporte rígidos (tazas, portafotos, platos, relojes, vidrio, playeras, etc.)
Permite obtener una gama ilimitada de colores. Por este motivo, es fantástico para imprimir fotografías.
Al realizar la sublimación, la impresión queda integrada en el objeto y forma parte del mismo.
En la actualidad existen cientos de productos preparados para la sublimación: tazas, platos, portafotos, carteras, chanclas, prendas de vestir, objetos de decoración, etc.
